Ya he pensado varias veces que provoco odiosidad en algunos. Cierto que lo he pensado.
Pero hoy, hace un par de minutos, un “otro” me dijo que, efectivamente, yo causaba una suerte de odiosidad en él, pero fue aún mas especifico y clasificó ese sentimiento como un “odio con principio de dependencia”.
Ufff…, sí, justamente eso.
Ahora bien, qué demonios significará esto?? Tendrá algún peso de tipo psicológico? Relacional? Será alguna desviación propia de ese “otro”? O Un efecto de emisión provocado por mí?
Raro.
Pero surgen algunas pobres tesis.
1. Será que me odia pero me necesita?
2. Otra hipótesis es que porque me necesita me odia.
3. O que, independiente y simultáneamente, odia y necesita a una misma persona.
Creo que una explicación a esto supera cualquier tipo de experticia que yo posea, suponiendo que posea alguna.
Así es que sólo me quedo con la definición retumbando en alguna parte de mi humanidad, porque tampoco habrá que preguntar verdaderamente a ese “otro” el sentido primero y último de aquella tierna y supra honesta declaración de odio, porque las respuestas pueden ser escalofriantes, paralizantes, demoníacas. Pueden llevarme a una desenfrenada búsqueda por algún fármaco de estrellita verde.
Prefiero no saberlo. Como le dije, preferible provocar algo. Aunque sea odio?...
Pero hoy, hace un par de minutos, un “otro” me dijo que, efectivamente, yo causaba una suerte de odiosidad en él, pero fue aún mas especifico y clasificó ese sentimiento como un “odio con principio de dependencia”.
Ufff…, sí, justamente eso.
Ahora bien, qué demonios significará esto?? Tendrá algún peso de tipo psicológico? Relacional? Será alguna desviación propia de ese “otro”? O Un efecto de emisión provocado por mí?
Raro.
Pero surgen algunas pobres tesis.
1. Será que me odia pero me necesita?
2. Otra hipótesis es que porque me necesita me odia.
3. O que, independiente y simultáneamente, odia y necesita a una misma persona.
Creo que una explicación a esto supera cualquier tipo de experticia que yo posea, suponiendo que posea alguna.
Así es que sólo me quedo con la definición retumbando en alguna parte de mi humanidad, porque tampoco habrá que preguntar verdaderamente a ese “otro” el sentido primero y último de aquella tierna y supra honesta declaración de odio, porque las respuestas pueden ser escalofriantes, paralizantes, demoníacas. Pueden llevarme a una desenfrenada búsqueda por algún fármaco de estrellita verde.
Prefiero no saberlo. Como le dije, preferible provocar algo. Aunque sea odio?...