Hoy pasó de nuevo. Eso de sentir unas ganas locas de llorar, esa angustia que de pronto te abate sin saber muy bien por qué....o sabiéndolo perfectamente.
Creo que me detuve. Por eso la angustia, la pena, las ganas de llorar, de estar en otro lugar, de sentir un aire muy muy fresco.
Me detuve, y sentí. Y por algunos minutos pensé que volvían. Sí, que regresaban todos ellos, todos aquellos fantasmas de convivencia, pero los habia olvidado y, sin emabrgo (claro está) , siguen más vigentes que nunca, compartiendo mi piso.
Asi es que me hice caso. No hablé, no vi, no escuché.Me tendí, me dormí en una de esas siestas fugaces y desperté. De nuevo, otra vez...
Pero volvieron esas locas ganas de llorar, y de llorar muy fuerte.
3 comentarios:
Creo que el problema de la angustia del lugar equivocado tiene una solución radical. Elegir estar en el lugar correcto ahora. Es el momento de poner en práctica las utopías.
Calientacama: creo, no sin temor, que el asunto de la angustia está mas relacionada que al estar en el lugar incorrecto con el ser un ser equivocado, distinto de lo que se es, forzado,por imposición o penosa voluntad....
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